DIEGO ALBERTO BAROVERO

Publicaciones

Notas recientes

Notas para la H Convención Nacional de la UCR - Mina Clavero (Córdoba) Octubre 2008

Nota sobre el "partido opositor"
por Diego Barovero*
En los últimos tiempos con singular frecuencia en las más altas esferas directivas de la UCR se hace referencia al rol de partido opositor que ésta debe desempeñar.

Ello se entiende obviamente como la necesidad de diferenciar la personería de la UCR respecto del gobierno nacional del peronismo en su versión kirchnerista, lo que a nuestro criterio constituye de por sí una verdad de perogrullo. Si la UCR no es gobierno en la República, por carácter inveso es oposición.

En casi ciento veinte años de historia la UCR ha estado más tiempo en el llano opositor que en el ejercicio del gobierno, y cuando accedió a él fue a través de la incuestionable legitimidad del sufragio popular y la vigencia del Estado de derecho.

Pero...¡cuidado! Muchas veces a lo largo de la dilatada trayectoria vital de nuestro partido se ha solido caracterizarlo como "partido de oposición" en contraposición a otras fuerzas políticas, tales como el conservadurismo y el peronismo, consideradas "partido de gobierno".

La fragilidad de la argumentación en tal sentido cae por sí sola, pero esconde un arbitrario razonamiento tendiente a condenar al radicalismo al papel de mera figura decorativa del régimen republicano y representativo de gobierno. De allí a la popularmente difundida versión de que "este país sólo puede ser gobernado por los peronistas" hay solo un paso.

Como radicales no podemos permitir que esa fundamentación influya en la determinación de la línea política que el radicalismo debe definir de cara al futuro. La UCR debe ser partido de gobierno si aspira a relevar en el próximo turno constitucional al actual oficialismo. Debe constituirse en alternativa de poder, capaz de movilizar nuevamente a las grandes mayorías populares y concitar la adhesión de la ciudadanía para que nuevamente le asigne la responsabilidad de gobernar el destino de la República.

Ya en 1892 el general Bartolomé Mitre, que había compartido con los radicales la originaria Unión Cívica opositora al unicato juarista pero que poco después eligió la comodidad del acuerdo patriótico con Roca, decía que "el radicalismo no es un partido para el gobierno".

A este juicio de Mitre se refirió en su oportunidad uno de nuestros más preclaros doctrinarios, personalidad de riqueza intelectual singular y de fino sentido político como Crisólogo Larralde en una conferencia dictada en la Junta Central de La Plata el 17 de junio de 1960. En esa oportunidad Larralde rebatió categóricamente la afirmación mitrista, comparándola con la realidad del momento de dicha disertación y que aún hoy tiene una indubitable actualidad.

Dijo entonces Larralde: "...ustedes habrán visto con qué frecuencia las mentalidades conservadoras repiten que no somos un partido para el gobierno. No obstante sabemos que le hemos dado a la República gobernantes que ya no morirán más, gobernantes ejemplares, de una probidad y de una honradez transparente; pero por otro lado pienso que si gobernar es prometer un programa y luego tirarlo por la borda; si gobernar consiste en dar una sistematización económica y legal para que prosperen los grandes intereses a costa de la disminución popular; si gobernar es poner al país en el territorio de lo conservador...es evidente que no somos un partido de gobierno...Yo pienso que sí, que tenemos ideas, que tenemos un programa, que somos un partido de gobierno. Naturalmente no somos un partido de gobierno para los intereses de los menos, no somos un partido de gobierno alineado como una fuerza de custodia de las cajas fuertes de los grandes consorcios; si creo que somos un partido de gobierno para el pueblo...porque cuando hubo que pelear contra el fuerte, fuimos más fuertes que la fuerza; cuando hubo que batirse por la libertad, fuimos los soldados de la libertad; cuando hubo que batirse por la economía popular, fuimos los enemigos declarados y a muerte de los monopolios y de los imperialismos; y cuando hubo que pelear para que esta Patria no fuera un habitáculo para veinte millones de entidades físicas, sino para veinte millones de conciencias, los radicales estuvimos como ahora en la primera línea...Pero el pueblo radical y los afiliados podrán estar orgullosos de nosotros, porque entre el ejercicio de un gobierno a costa de la traición y la entrega del país, y la cárcel por defenderlo, se gobierna más en la cárcel que con la banda presidencial".

Lo dijo en 1960, durante la presidencia de Frondizi. La UCRP ganó las elecciones legislativas de ese año y en 1963 fue nuevamente gobierno con Arturo Illia y Carlos Perette y aún hoy nos enorgullecemos por esa extraordinaria gestión de contenido popular y profundo sentido nacional y de sus resultados.

Los conceptos de Larralde son válidos para refirmar y sostener hoy que la UCR tiene la misión histórica de cumplir con su destino de ser la Reparación moral y material de la nacionalidad, no de construir escenarios sostenidos o basado meramente en un criterio "oposicionista", sino de construir la alternativa sólida, consistente y victoriosa que el pueblo argentino reclama en esta hora para hacer realidad el anhelo de una Argentina con libertad, justicia y equidad.

*Convencional Nacional por la Capital Federal

0 comentarios :

Publicar un comentario